Fusión de lo real y de lo mágico
Durante la década de los años cincuenta, justo después de la
Segunda Guerra Mundial las urgencias históricas justifican el regreso hacia las
cuestiones sociales y un renacimiento de la técnica realista. En Latinoamérica será cuestión de años dar la
bienvenida a un renacimiento en la novela: el fenómeno del boom. Se trata, por
primera vez, de un éxito internacional de novelas escritas por autores
desconocidos hasta ese momento que darán voz a Hispanoamérica. Sus tres
principales representantes son: Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario
Vargas Llosa. Podríamos definirlos como
una literatura comprometida, como prácticamente las grandes corrientes
literarias en Latinoamérica del siglo XX, pero sería quedarnos cortos porque el
realismo mágico es una apuesta más creativa y distinta a todo lo anterior.
Una definición general de esta corriente es la de insertar a
la realidad latinoamericana elementos sobrenaturales y fantásticos que adaptan
a ella con naturalidad. A través de las técnicas de la literatura realista
incorpora elementos mágicos que se asimilan a la realidad hispanoamericana sin
alterarla en lo más mínimo. No hay que confundirla con lo real maravilloso,
cuyo principal representante es Carpentier, y que apuesta porque no es
necesario imaginar e incorporar elementos mágicos porque la realidad de américa
por sí misma es maravillosa; y tampoco confundirlo con lo fantástico, donde el
elemento, llamémoslo sobrenatural, rompe con la realidad establecida. El mayor
representante de esta corriente sin duda es García Márquez. Si hablamos de la
obra de Carlos Fuentes o la de Vargas Llosa insertada en la corriente del
realismo mágico observamos un tratamiento más tradicional de la realidad,
aunque también recurran a lo maravilloso. Son escritores preocupados tal vez
más por la cuestión social americana que analizan, explican e intentan
transformar mediante la denuncia.
En las novelas y cuentos de García Márquez encontramos
muchachas convertidas en arañas, galeones españoles en medio de la selva,
personas que predicen el futuro a través de los sueños, ángeles que caen del
cielo a la tierra etc. Los elementos mágicos de la obra de García Márquez son
ilimitados. El mundo ficcional que crea a través de Macondo es uno de los más
ricos e increíbles de toda la literatura hispanoamericana. Su estilo
barroquizante, sus descripciones increíbles, sus personajes peculiares, su
capacidad de jugar con el tiempo y con el espacio hacen de García Márquez uno
de los mayores representantes de la literatura latinoamericana.
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