La Odisea

Hay quien afirma que detrás de la Odisea no hay nada nuevo, como es el caso del escritor Jorge Luis Borges. Esta obra es mucho más que mitos y aventuras fantásticas. Es una recopilación de cuentos dentro de una obra mayor. Odiseo, o Ulises al fin y al cabo representa a toda la humanidad. Nos representa a todos y cada uno de nosotros. En ella encontramos el viaje de la vida, con sus aventuras, sus conflictos y problemas. En ella se resume la esencia del hombre.

Pero además de la universalidad de la obra, la Odisea fue muy importante en su época. Los poemas homéricos tenían un importante valor para los griegos ya que ofrecían un sentimiento de comunidad, de pertenencia a un mundo común por encima de rivalidades ocasionales frente a todo lo que ellos entendían como no griego. Sentían ese orgullo y sentimiento ,digamos ''patrio',' y lo encontraban plasmado en la obra.

Primera parte (cantos del I al IV)

Comienza con la asamblea de los dioses en la que se debate sobre el futuro de Odiseo. Se cuenta el regreso de los griego de la guerra de Troya y la situación en Ítaca, donde los pretendientes acosan a Penélope para casarse con ella. Su hijo Telémaco, emprende un viaje en busca de las noticas de su padre.

Esta parte se centra más en el personaje de Telémaco y en el conflicto quel e supone comportarse como un adulto cuando aún no lo es.

Segunda parte (cantos V al XIII)

Cuenta el relato de Odiseo en la corte de los feacios. Esta es la parte más legendaria, los cíclopes, la bajada a los infiernos, las sirenas...

Son cuentos antiguos de tradición primitiva.

Lo más destacable de la segunda parte es que aún siendo la más tradicional y folclórica  también tiene un sentido original. Homero hace que sea el propio protagonista quien cuenta las aventuras en primera persona al rey de los feacios, cuando después de muchas fatigas consigue por fin alcanzar su tierra.

Tercera parte (cantos del XIV al XXIV)

Narra la llegada de Odiseo a Ítaca y cómo, con la ayuda de la diosa Atenea, toma la apariencia de un mendigo para presentarse de nuevo en su palacio. Se produce el encuentro entre el héroe y su hijo Telémaco. A continuación tiene lugar el concurso de arco para decidir quién se casará con Penélope, la victoria de Odiseo y por fin la matanza de los pretendientes. La obra concluye con el encuentro definitivo entre Odiseo y su esposa y la reconciliación entre los habitantes de la ciudad para devolver el trono a Odiseo.

Esta última parte también es de gran riqueza y profundidad, especialmente en los pasajes del reencuentro entre Odiseo y Penélope.