domingo, 16 de julio de 2017

Influencia posterior del teatro grecolatino

El teatro griego tiene su origen en las celebraciones al dios Dionisio.  En sus orígenes más primitivos se formaban coros que entonaban cantos, los cuales dieron lugar a la tragedia y a la comedia.
Los autores más importantes son: Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes en comedia.

El teatro latino nace bajo la influencia del teatro griego, como gran parte de su liteartura. Debido al sentido más práctico de los romanos, la literatura adquiere un carácter más histórico, didáctico y funcional. Los dos autores más importantes son Plauto y Terencio.




William Shakespeare

Una de las figuras más importantes de la literatura universal. Pese a que fue poeta, su fama se debe a su producción dramaturga. 

Al igual que los dramas clásicos, en especial los griegos, la obra poética de Shakespeare refleja a la perfección el alma humana, los sentimientos y las pasiones más profundas. 

La tragedia griega, sin duda es una fuente importante de la que beben obras como Hamlet, Otelo o Macbeth. En todas ellas los personajes son perseguidos por el fatalismo y la muerte. El sentido trágico de las obras griegas se traspasa a la tragedia de la venganza y la duda en Hamlet, la tragedia de los celos en Otelo o la tragedia de la ambición en Macbeth.





La comedia del arte italiana

La Commedia dell'Arte en Italia nacen el siglo XVI. La característica principal de éste género de comedia es que se trata de una sencilla trama previamente definida pero en la que los personajes improvisan el texto.

Sus obras nos permiten conocer el reflejo social de una época a través del sarcasmo de los personajes.

Sin duda alguna la comedia del arte está muy influenciada por el teatro latino. Se piensa incluso que este teatro es una renovación de la comedia latina. 

Sin duda las obras presentan similitudes con las comedias de Plauto y de Terencio, y poseen la misma finalidad: provocar la risa en el público y llevar a cabo una sátira social y política. Este rasgo último es una característica fundamental del teatro de Plauto en obras como el Anfitrión o el militar fanfarrón.

Además este teatro es una evolución de la farsa atelana, propia del teatro latino, en la que el rasgo más notorio es la improvisación entorno a unos personajes fijos.

Por último, la influencia de un género en el otro llega hasta el lenguaje empleado. La lengua latina ha sido otro punto de conexión entre un teatro y otro. 





Clásicos franceses del siglo XVII

La literatura clásica también está presente en el teatro del siglo XVII, en especial en el que se desarrolló en Francia.

El autor que más bebe de los clásicos es Jean Racine. Ecribió obras como Britannicus, donde aparece un cuadro de la vida y de la sociedad romana inspirado en Tácito. O su obra Ifigenia, basada en la obra del dramaturgo griego Eurípides. A lo largo de la composición dramática de Racine encontramos un nexo común el destino adverso de los protagonistas. Una tragedia en la que los protagonistas al igual que en el teatro clásico son víctimas de sus pasiones y representan tipos humanos muy marcados.



El teatro de la crueldad

He querido incluir este teatro, no por la influencia directa que recibe del clásico, sino porque esta corriente del siglo XX es la antítesis del drama clásico.

Los autores del teatro de la crueldad reprochan a los clásicos el exceso de preocupación por los conflictos humanos, la separación entre público y escenario, y el predominio del texto sobre el cuerpo y su gestualidad. El teatro debe ser donde el hombre se reúna con fuerzas cósmicas divinas. En resumidas cuentas, una visión renovadora y novedosa de este género que choca con las corrientes más antiguas.

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